Cuando hablamos de desarrollo sostenible nos viene a la mente la Conferencia de las Naciones Unidas celebrada en Río de Janeiro. Hoy 20 años después, miramos con desconcierto que a pesar que se inició las bases para este proyecto ambicioso aún queda mucho por hilvanar.

Para OSINFOR, Organismo de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), Rio+20 nos lleva a reflexionar sobre una cultura de desarrollo sostenible en donde se busque entre otras cosas fortalecer las alianzas políticas. Es una oportunidad para analizar los modelos de vida y la utilización responsable de nuestros recursos que van quedando limitados.

Según Paola Bustillos Coordinadora de la Red Alunmi de Economía Sostenible, hoy se hace necesario adoptar nuevos modelos económicos y de desarrollo, en los cuales se logren incluir y complementar dimensiones económicas, sociales y ambientales, considerando aspectos culturales y políticos bajo el nuevo esquema de una economía verde, que significa economía baja en carbono, eficiente en recursos y socialmente inclusiva.

El alivio a la pobreza está íntimamente ligado con la gestión racional de los recursos naturales, debido a que los servicios de los ecosistemas constituyen un componente significativo en el sustento de las comunidades en estado de pobreza.

Es importante que asumamos un rol más protagónico para renovar el compromiso de una nueva relación con el mundo, con la naturaleza. Sentir que somos frutos de la naturaleza y por tanto, todas y todos tenemos responsabilidades con ella.

Instamos a Salvar la Tierra a salvarnos a nosotros mismos, usemos responsablemente nuestros bosques, protejamos nuestros recursos naturales; ya que el cambio climático multiplica las vulnerabilidades de los más pobres, que, paradójicamente, viven en contacto con la naturaleza.