Los bosques son ecosistemas arbóreos complejos que integran factores biológicos y bioclimáticos que permiten el desarrollo de numerosas formas de vida y que proveen bienes y servicios necesarios para la vida y el desarrollo de las civilizaciones, por lo tanto, conservan la diversidad biológica, aseguran flujos regulares de agua, contribuyen a la regulación hídrica y conservación de suelos, capturan y almacenan dióxido de carbono, lo que coadyuva considerablemente a mitigar el cambio climático.

El bosque peruano es una gran fuente de recursos naturales importantes para la vida y el desarrollo del país. Son millones de hectáreas de recursos forestales y de fauna silvestre y servicios ambientales, los que deben ser manejados responsablemente para beneficio del ambiente, de la población y de las nuevas generaciones.

Conservar no significa necesariamente intangibilidad del bosque, se puede conservar el bosque también realizando un aprovechamiento bajo técnicas apropiadas del manejo, ello implica realizar labores de caracterización, evaluación, planificación, aprovechamiento de impacto reducido, regeneración natural, reposición, protección, y demás técnicas de silvicultura, así como actividades de vigilancia y control.

En esa línea, el aprovechamiento forestal y de fauna silvestre de manera legal y sostenible será resultado de esfuerzos continuos e integrados de las instituciones públicas y de los propios usuarios del bosque, de las comunidades nativas y campesinas, y de la población en general.

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